Hasta siempre
Demasiado corto
Todo ha pasado demasiado deprisa. Pese a los cinco años en Berlanga, siento que fue ayer cuando escribí mi primera entrada en el portal del centro.
Ahora me despido de todos vosotros, escribiendo mi último artículo. Es un artículo de agradecimiento a todos los que han hecho que me sienta como en mi casa; profes, alumnos, padres y trabajadores del centro.
Supongo que la vida sigue para todos y así debe ser, pero me costará mucho hacerme a la idea de que no voy a entrar más en la sala de profesores y sentarme en nuestra zona “VIP” para charlar de todo un poco.
Echaré de menos los huesitos de Mari y Emilio, las risas con Ángel y Falu, pedirle favores a María José con el papeleo, la campechanía de nuestro manitas, Pepe; la clase de audiovisuales, pasar por el taller de César, comentar con Agustín los desperfectos de los ordenadores, el día del centro y los campeonatos de “play”, los globos del día de la paz, las yinkanas, yo que sé; lo que es el Cuatro Villas, su forma de hacer las cosas, su ambiente, sus alumnos y, como no, sus “profes”.
Con todos ellos he estado a gusto, de todos he aprendido, pero me gustaría reconocer públicamente la labor de esta directiva, de la cual espero se mantenga unida muchos años por el bien del centro, pues son garantía de trabajo, amabilidad y buen hacer.
Nunca tienes la impresión de estar con las “jefas” sino que siempre las sientes como compañeras, compañeras de trabajo que saben ponerse en tu lugar. Gracias a las tres.
También me gustaría mencionar a los veteranos; los que mantienen el espíritu del instituto y lo contagian al resto: Francisco (mi jefe); Carmen, César, Adela, Margarita y Loli. Ellos son el alma de un cuerpo que cambia cada año como si fuera un adolescente que va madurando y al que se le van uniendo poco a poco caracteres que lo dotan de personalidad propia.
Espero algún día ver los frutos del trabajo de estos profesionales y que lleguen a mis oídos que tenemos de entre nuestros ex-alumnos médicos, ingenieros, arquitectos, intelectuales, y, sobre todo, buenos ciudadanos, responsables y comprometidos, para hacer de este mundo un espacio mejor para todos.
Yo intentaré mantener ese espíritu del “Cuatro Villas” allá donde vaya …
Hasta siempre
